Un espacio Learning Commons es un lugar
dentro de una biblioteca que se destina al aprendizaje colaborativo. Para que
califique como tal, debe cumplir con las siguientes instancias:
1. Facilitar relaciones equidistantes que generen
colaboración.
2. Garantizar que la educación pueda suceder
también fuera del aula.
3. Habilitar a los estudiantes para gestionar su
autoaprendizaje.
La creación de recintos innovadores en materia
educativa como este, va de la mano con los objetivos de innovación educativa
que plantea el Modelo Tec 21,
ya que fomenta tanto el aprendizaje colaborativo, como el basado en problemas,
orientado a proyectos y autoaprendizaje. Razón por la cual el Tecnológico de
Monterrey ha creado Learning Commons en varios de sus campus.
Es importante señalar que un recinto Learning
Commons no sustituye a una biblioteca, ni tampoco se limita a una
renovación de carácter estético o espacial. Más bien se compone de un programa
de actividades en el que participan alumnos, profesores, expertos,
bibliotecarios, referencistas y otras personas involucradas con el principio
del aprendizaje colaborativo.
¿Cómo y por qué surgió?
Los Learning Commons comenzaron a aparecer
en bibliotecas académicas a principios de la década de los 90. En ese entonces
se les describió como un nuevo modelo de servicio en las bibliotecas académicas
que ofrecía un flujo continuo entre la obtención de información y la creación
de conocimiento nuevo.
Este primer modelo era totalmente bibliocéntrico y
dependía de las fuentes físicas que se podían encontrar las bibliotecas, pero
la llegada del Internet trajo cambios fundamentales en la forma en que
entendíamos la bibliografía anteriormente.
La disponibilidad de cada vez más fuentes de
información y bases de datos que podían accederse de forma digital, obligó al
concepto de Learning Commons a pasar, de una metodología de obtención de
información a una de aprendizaje colaborativo, que es la que tenemos
actualmente.
Convirtiendo las bibliotecas
en nuevos espacios educativos
Los libros impresos aún juegan un papel importante
de soporte en el aprendizaje de los estudiantes, pero el avance de la
tecnología ha abierto otros caminos para aprender y obtener contenidos
didácticos.
Estudiantes y profesores ya no van a la biblioteca
con el único propósito de acceder información. En su lugar, la buscan como un
espacio que permita la co-construción del entendimiento sobre varios temas a
través de diversas fuentes. Así es como se explica la transición de las
bibliotecas, que han pasado de ser un archivo a un lugar para realizar la
práctica de Learning Commons.
Es este cambio el que asegura la permanencia de la
bibliotecas a futuro. Su utilidad, ya no se centra solo en el debate de contenidos
físicos contra digitales, sino en la invitación a renovar sus espacios con
nuevas prácticas didácticas.
Sobre todo, en la era digital, en la
que un solo estudiante puede acceder a los contenidos de una biblioteca
completa en su bolsillo, el papel de las bibliotecas físicas es hoy más
importante que nunca. No como un lugar para centralizar la obtención del
conocimiento, sino para crear significados múltiples que le provean de fondo y
contexto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario